Cada Año Nuevo prometes cambiar y cada febrero abandonas. Este patrón no es falla de carácter sino una trampa cognitiva. Según investigaciones del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, el 80% de los propósitos de año nuevo fracasan antes de mediados de febrero porque ignoramos cómo funciona realmente nuestra mente. Pero existe un propósito que escapa a esta estadística, decidir estudiar una carrera universitaria. Y comprender por qué requiere adentrarse en filosofía del cambio y arquitectura de nuestros sesgos mentales.
¿Por qué los propósitos de año nuevo se sienten bien pero no funcionan?
Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía 2002 por integrar psicología en ciencia económica, identificó el “heurístico de la afectividad”, que es la manera automática de pensar sobre “los juicios y decisiones están directamente regidos por sentimientos de agrado y desagrado, con escasa deliberación o razonamiento”.
Por lo cual, podemos establecer que los propósitos de Año Nuevo funcionan como actos que dan placer en sí mismo, te permite imaginar una versión idealizada de ti y acercarte mentalmente a ella. Pero carece de aplicación práctica porque ignora la dificultad real de establecer o eliminar hábitos. Tu cerebro disfruta la fantasía sin comprometerse con la acción. Al final es hedonismo cognitivo, es el placer de imaginar sin dolor de ejecutar.
El Año Nuevo funciona como “reset cognitivo” que permite dividir nuestra existencia en “antes” y “después”, olvidando fracasos anteriores. Aprovecharlo requiere transformar la vaguedad (“quiero mejorar”) en compromiso planificado (“me matricularé en X carrera antes de Y fecha”).
Sesgos que sabotean el cambio: conoce al enemigo interno
Existen dos sesgos que destruyen propósitos de año nuevo: sesgo de planificación (subestimar tiempo y esfuerzo requeridos) y descuento temporal (valorar más recompensas inmediatas que beneficios futuros). Planificamos casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, pero a pesar de toda esta planificación, a menudo no completamos nuestros planes.
El sesgo de escasez aplicado positivamente
Paradójicamente, un sesgo puede salvarte, el sesgo de escasez. Según estudios en economía conductual citados por la plataforma Unobravo, “la compra se facilita si la disponibilidad del producto es escasa”. Aplicado a educación: las vacantes universitarias son limitadas, las becas tienen fecha de caducidad, el ciclo académico comienza con o sin ti. Esperar “hasta estar listo” es ilusión, las oportunidades no esperan preparación emocional.
Filosofía existencialista del Año Nuevo
Jean-Paul Sartre sostuvo que “estamos condenados a ser libres”, la libertad no es regalo sino carga porque nos responsabiliza por nuestras decisiones. No elegir una carrera universitaria es elegir postergar el futuro profesional. La angustia existencial que algunos sienten en Año Nuevo es el reconocimiento de responsabilidad sobre la propia vida.
Puedes vivir toda tu vida en el reino de “algún día estudiaré” (posibilidad infinita) sin materializar nada (actualidad cero). Esta filosofía te incita a decidir actuar aunque no sientas certeza absoluta. Matricularse es salto de fe académico.
Además, estudiar una carrera universitaria tiene estructura que otros propósitos carecen, fechas de admisión, horarios de clases, evaluaciones programadas, título como meta tangible. No es abstracción (“ser mejor persona”). La Universidad de Londres determinó que incorporar hábitos requiere promedio 66 días. Matricularse en enero significa que para marzo ya estableciste rutina académica consolidada.
La única forma de predecir el futuro es crearlo
Peter Drucker afirmó que “la mejor forma de predecir el futuro es crearlo”. Esperar el momento perfecto para estudiar es falacia del planificador, pues nunca estarás completamente listo porque la preparación completa solo viene actuando. La acción antecede a la motivación, cuanto antes empieces, más motivado estarás para continuar.
Este Año Nuevo, mientras otros sucumben a sesgos cognitivos que los mantienen en fantasía sin ejecución, tú puedes asegurar la matrícula que transformará los próximos cinco años. No se trata de sentirte preparado sino de prepararse actuando. La Universidad Continental ofrece modalidades Presencial, Semipresencial y A Distancia que eliminan excusas estructurales.
Este Año Nuevo, cambia tu vida y vive mejor con la decisión adecuada y sostenida. Elige tu carrera, postula y matricúlate. Conoce nuestra propuesta académica.
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