Cuando se confirmaron los primeros casos de influenza H3N2 en Perú en diciembre de 2025, varios medios titularon con alarma y las redes sociales especularon sobre una posible nueva pandemia. Sin embargo, el Minsa optó por emitir una Alerta Epidemiológica en lugar de declarar emergencia sanitaria. Esta decisión técnica, que puede parecer insuficiente para algunos, responde a criterios epidemiológicos específicos que vale la pena entender.
¿Qué es la influenza H3N2 y por qué generó atención internacional?
Para comprender la respuesta gubernamental primero hay que entender que es la influenza H3n2, se trata de un subtipo del virus de influenza tipo A, definido por las proteínas de superficie Hemaglutinina (H3) y Neuraminidasa (N2). Según el Centro Nacional de Epidemiología del Perú, los virus de influenza A causan las epidemias estacionales de gripe que ocurren cada año en humanos.
La variante específica que generó alertas es el Subclado K detectado inicialmente en Europa y Norteamérica desde agosto de 2025. Esta cepa se propagó rápidamente en regiones de clima frío, siendo identificada en más de 30 países. Perú fue uno de los primeros en reportar casos en Sudamérica, junto con Costa Rica, según datos del Minsa.
Los dos primeros casos confirmados en el país correspondieron a niños de 1 y 8 años residentes en Lima. Ambos niños fueron hospitalizados brevemente, evolucionaron favorablemente y fueron dados de alta sin complicaciones mayores, como informó el Centro Nacional de Epidemiología mediante sus canales oficiales.
Los síntomas de la influenza H3N2 no difieren de la gripe estacional común
Los síntomas de la influenza H3N2 reportados por el Minsa incluyen fiebre alta de inicio súbito (sobre 38°C), dolores musculares y articulares intensos, tos seca, dolor de garganta, congestión nasal y fatiga extrema que puede prolongarse incluso después de que cede la fiebre. En poblaciones vulnerables pueden presentarse náuseas, vómitos o diarrea, aunque no son habituales en adultos jóvenes.
Las autoridades peruanas enfatizan que la presentación clínica del H3N2 subclado K es similar a otras cepas de influenza. La diferencia principal radica en su mayor facilidad de contagio, no en síntomas novedosos o gravedad aumentada. Esta aclaración resulta fundamental para entender por qué no se declaró emergencia sanitaria.
Cifras que explican la decisión del Minsa: datos versus percepción
Hasta la Semana Epidemiológica 49 de 2025, inicios de diciembre, el Centro Nacional de Epidemiología reportó 4,417 casos de influenza a nivel nacional. Del total, el 95.1% correspondió a influenza tipo A y el 4.9% a tipo B. Dentro de los casos de influenza A, el 48.3% fueron identificados como A(H1N1), el 14.6% como A(H3N2), aproximadamente 609 casos confirmados y el 37.1% restante sin subtipificación.
Hospitalización y mortalidad son los indicadores críticos
El Minsa no reportó un aumento inusual de hospitalizaciones ni fallecimientos atribuidos específicamente a la influenza H3N2 en Perú. En la región Lambayeque, que monitorizó de cerca la situación, no se registraron defunciones por infecciones respiratorias agudas en lo que va de 2025, aunque sí algunos casos con complicaciones en pacientes con comorbilidades que requirieron atención especializada.
A nivel nacional no se comunicó oficialmente ninguna muerte específica ligada a la cepa H3N2 hasta mediados de diciembre de 2025. La tasa de hospitalización se mantuvo dentro de lo esperado para la temporada, gracias en parte a la protección conferida por la vacunación y la respuesta oportuna del sistema de salud, según datos oficiales del Centro Nacional de Epidemiología.
Por qué Alerta Epidemiológica no es lo mismo que emergencia sanitaria
El 14 de diciembre de 2025, el Minsa emitió la Alerta Epidemiológica N°008-2025 a nivel nacional. Esta medida preventiva busca alertar y preparar a todos los establecimientos de salud públicos y privados para fortalecer vigilancia epidemiológica, prevención, control y respuesta sanitaria en todo el territorio.
La alerta no significa que exista un brote local descontrolado. Es un mecanismo técnico que insta a las Direcciones Regionales de Salud y Direcciones de Redes Integradas de Salud a intensificar acciones como reforzar notificación oportuna de casos sospechosos, optimizar diagnóstico de laboratorio y activar capacidad de respuesta ante eventuales brotes.
Una emergencia sanitaria, por otro lado, implica situación de gravedad excepcional que desborda la capacidad de respuesta regular del sistema de salud, requiriendo movilización extraordinaria de recursos, restricciones a la movilidad o actividades económicas, y presupuesto de emergencia. Los criterios para declararla incluyen alta mortalidad, transmisión descontrolada, colapso hospitalario o amenaza a la seguridad nacional.
La estrategia del Minsa: vacunación masiva como primera línea
De abril a noviembre de 2025 el Minsa vacunó a 6 millones de personas contra la influenza a nivel nacional. Esta estrategia se enfocó en grupos de riesgo, niños menores de 5 años, adultos mayores de 60, gestantes y personas con comorbilidades.
La campaña se extendió durante diciembre de 2025 para alcanzar a quienes aún no recibieron la dosis anual. El Ministerio de Salud garantizó disponibilidad de vacunas trivalente/quadrivalente en todos los establecimientos del país, negando desabastecimiento. Aproximadamente 60% de los adultos mayores ya habían sido vacunados antes de la alerta.
Aunque la vacuna vigente no es específica para el Subclado K, las autoridades recalcan que sí protege contra la cepa H3N2 en general y previene cuadros graves. Una vacuna actualizada que incluya la nueva variante estaría disponible entre marzo y abril de 2026, como parte del programa regular de inmunizaciones.
Las autoridades sanitarias continúan monitoreando la situación. Como aprendimos durante la pandemia, la respuesta efectiva combina vigilancia técnica rigurosa, comunicación transparente y medidas preventivas oportunas. Por ahora, la estrategia del Minsa mantiene a la influenza h3n2 en Perú bajo control sin recurrir a declaratorias de emergencia que la evidencia epidemiológica no justifica.
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