¿Crees fielmente en los test de personalidad de Facebook? ¿Confías ciegamente en la información que solo refuerza lo que ya sabías? Si la respuesta es sí, probablemente hayas sufrido un sesgo cognitivo que nuestro cerebro ocasiona debido a la interpretación errónea de la información que recibimos.
Pero… ¿Qué es un sesgo cognitivo y cómo nos afecta? En este especial interactivo te mostramos algunos de ellos que se presentan cotidianamente y que probablemente no hayas notado.
Aunque existen una gran cantidad de sesgos cognitivos que nuestro cerebro afronta debido las múltiples situaciones en las que nos encontramos diariamente, en este especial resaltamos los más importantes:
Sesgo de confirmación
«Tu solo ves lo que quieres ver» es una frase muy utilizada. Y es que el sesgo de confirmación hace eso, resalta la evidencia que confirma las creencias o prejuicios que ya teníamos. Por ello, desconfiamos de la información que no encaja con nuestra percepción que hasta incluso la desechamos.
Sesgo de retrospectiva
¿Te ha pasado que después de una discusión perdida recién se te ocurren las frases que debiste decir para ganar? Este fenómeno ocurre porque el cerebro humano se engaña creando un ‘falso recuerdo’ que obliga a creer que se hubiera podido evitar el desenlace de un hecho después de que este ya haya ocurrido. Dicho de otra manera, con este sesgo es probable que creas que pudiste adivinar algo después de que haya pasado.
Apofenia (Ilusión de serie)
El 14 de marzo de 2019 falleció Stephen Hawking y fue el mismo día en el que nació Albert Einstein, aparentemente esta es una conexión cósmica que intenta decirnos algo. La apofenia se define básicamente como la tendencia de encontrar conexiones entre cosas que aparentemente están relacionadas, pero que en realidad no lo están. Y esto ocurre porque el cerebro está presto a buscar patrones dentro de la información que la realidad nos proporciona.
Efecto Barnum
Te ha pasado. Alguna vez sentiste que hablaban de ti en algún horóscopo o creías que lo que te decía algún adivino sobre tu futuro. Y es que tendemos a tratar las descripciones vagas y generales como si fueran descripciones específicas y detalladas. Como en los ‘test de personalidad’, que a pesar de hablar de manera general sobre rasgos que cualquier persona pueda tener, creemos que nos se refieren a nosotros específicamente.
Sesgo de observación selectiva
¿No tienes pareja y precisamente miras parejas felices en todos lados? Esto sucede porque tienes la impresión de que todos son felices con sus parejas menos tú. La observación selectiva centra tu atención en alguna situación o hecho que se sostiene sobre tus expectativas o intereses propios, lo que puede resultar positivo para filtrar información cuando nos enfrentamos a situaciones complejas, pero negativo si es que no somos conscientes de ello.
Efecto de la primera impresión
Imagina que conoces a alguien nuevo y te sorprende su extremada seriedad. Eso hará que te formes una idea sobre la persona y que desconfíes de su falta de ‘bondad’, pese a que posteriormente demuestre lo contrario. Y es que los seres humanos recordamos o le damos más el primer evento que los siguientes, incluso si estos logran contradecirlo.
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