Marilia Baquerizo es una de las fundadoras de Turing, una iniciativa social que integra la ciencia y la tecnología para ayudar a niños dentro del espectro autista. Ella nos habla sobre su trayectoria y sobre los retos y oportunidades que tiene como emprendedora social.
¿Te imaginas mejorar la vida de los demás ejerciendo la carrera que elegiste? Existen profesionales como Marilia Baquerizo, egresada de la carrera de Psicología de la Universidad Continental, que crean impacto positivo. Ella fundó Turing una iniciativa social que empodera mediante la ciencia y la tecnología a niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
En la siguiente entrevista ella nos comentó qué fue lo que la motivo a crear este emprendimiento. Además nos contó cómo las terapias con LEGO ayudan al desarrollo social de los niños con autismo.
¿Qué fue lo que te inspiró a crear Turing?
Trabajé en psicología clínica con personas dentro del espectro autista hace 6 años y noté que no era suficiente el trabajo desde lo clínico, era necesario empoderar a los niños con un enfoque educativo diferente. Entonces pensé que la tecnología era una buena herramienta, ya que ellos tienen mucho acercamiento con este tipo de sistemas.
¿Cómo empezó este emprendimiento?
Fundé Turing junto a Bryan Lucero, luego pudo unirse Michael Hurtado. El primero es biólogo y ve la parte de innovación, mientras que el segundo es matemático y supervisa la parte tecnológica. En la actualidad trabajamos con voluntarios de universidades para los talleres: tenemos universitarios con quienes trabajamos proyectos de robótica social y también tenemos talleres con las chicas de la Sociedad de Mujeres en Ingeniería.
¿Cuál crees que fue tu principal motivación para continuar con este proyecto?
Tiene que ver con experiencias familiares y con querer tener un conocimiento desde las ciencias sobre esta condición. El enfoque tradicional percibe el autismo como una enfermedad, como algo que está mal en el cerebro, entonces el enfoque de la neurodiversidad es un estilo cognitivo distinto y valioso para entender el autismo.
Hay muchas personas que han contribuido al desarrollo de la humanidad que estarían dentro del espectro autista, entonces debemos cambiar esa percepción y eso es en lo que trabaja Turing: ver el autismo como una condición y no como una enfermedad, para así aprovechar los talentos que tienen los chicos y beneficiarnos todos.
¿Cuál es la experiencia más gratificante que has tenido con Turing?
Las experiencias gratificantes las veo a diario. Por ejemplo, cuando veo a niños que les va mal en el colegio y piensan que no son tan buenos, pero luego descubren que programando son muy hábiles. Eso es genial porque a veces se cree que ellos no desarrollan un pensamiento complejo, pero la verdad es que tienen un código distinto que pueden expresarlo con la tecnología. Para mi eso es muy valioso.
Turing emplea la LEGO terapia para ayudar a los niños con autismo a sobrellevar esta condición, ¿en qué consiste esta metodología?
En la LEGO terapia se hacen construcciones grupales con roles y funciones determinadas para facilitar la interacción social entre los niños. Imaginemos que queremos construir una ciudad con legos, entonces formamos un grupo de 3 niños, donde cada uno puede tomar un rol, como diseñador, constructor o programador.
Luego ellos tienen que ponerse de acuerdo, tienen que coordinar las actividades, y en ese despliegue del proyecto van desarrollando sus habilidades sociales y de comunicación. Como a ellos les interesa mucho este juego, entonces aprovechemos ese interés para trabajar las habilidades que les falta.
¿Cuáles son las mejoras más notorias que tienen los niños que culminan esta terapia?
Los niños con autismo aprenden a negociar, a trabajar en grupo. Una de las dificultades que tienen los chicos dentro del espectro autista es que son muy rígidos: quieren que todos sigan sus reglas o se molestan cuando pierden. La LEGO terapia permite que se adapten para que logren un objetivo en grupo. Se vuelven más flexibles, además que sus habilidades de comunicación mejoran.
¿Cuál es el principal aporte de tu libro La neurobiología del autismo?
No hay muchas publicaciones en español sobre el autismo. Antes de escribirlo tuve mucha curiosidad de saber si hay investigaciones que demuestren que existen un cerebro propiamente del autismo, osea categóricamente distinto a otro cerebro.
El principal aporte del libro es la reflexión que hace sobre cómo las teorías que se plantean alrededor de esta condición van cambiando de acuerdo a la época. A nivel conductual está más o menos descrito, a nivel cognitivo también hay teorías, pero a nivel neurobiológico todavía hay mucho misterio, no se sabe exactamente cuáles son las diferencias entre un cerebro autista y un cerebro típico.
Fuiste parte de la segunda generación del Programa en Aceleración en Innovación Social de la Universidad Continental ¿Cómo fue tu experiencia y cómo benefició a Turing?
La experiencia en el programa fue enriquecedora. Los instructores saben mucho sobre innovación social y como ellos mismos son emprendedores entienden qué es lo que se necesita o cuáles son los problemas. Nos facilitaron varios instrumentos para hacer crecer a nuestro emprendimiento e incluso generamos ideas para obtener ingresos económicos y así hacer más sostenible la iniciativa.
¿Qué proyectos tienes a futuro y cuál es tu mayor objetivo profesional?
Por lo pronto hacer que Turing tenga mayor visibilidad. También estamos desarrollando varios proyectos de investigación que están en proceso de publicación. He empezado hace unos años mi carrera docente que es algo que me motiva mucho y estamos planificando algunas actividades de formación con Turing para profesionales educativos en relación al autismo. Hay muchos retos para mejorar las condiciones de las personas con autismo, en el Perú hay que trabajar mucho con el diagnóstico y en eso nos estamos enfocando.
Además de su gran labor con los niños y niñas, ella publicó el 2019 su libro Neurobiología del autismo. El texto aborda cómo las teorías sobre el autismo van cambiando porque se suman nuevos factores. Estas causas influencian las dificultades para entender al autismo a nivel neurobiológico, debido a que aún no se tienen claras las diferencias entre un cerebro autista y un cerebro típico.
Marilia espera que próximamente las metodologías que Turing aplica en Lima, se puedan expandir y descentralizar en otras ciudades para tener mayor visibilidad en el país y así replicarse en otras personas.
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