¿El cine y la psicología pueden tener algo en común? Renzo Bill Cano, comunicador social de la Universidad Continental, nos demuestra que sí. En este artículo nos invita a conocer a cuatro personajes de películas que poseen una personalidad psicopática, un trastorno antisocial que afecta a muchas personas y que es retratado a través del lenguaje audiovisual.
Durante años el cine ha representado a los psicópatas. Esos individuos con personalidades magnéticas e ideas retorcidas que aterran y encantan al público. Pero no siempre se logró representarlos de forma realista. De hecho, algunos son tan exagerados que jamás podrían existir en el mundo real. Sin embargo, otras veces el trastorno es más encubierto, y no encontramos necesariamente la violencia en su comportamiento.
Para la mayoría de los expertos, los psicópatas se aprovechan despiadadamente de otros usando el encanto, el engaño, la violencia u otros métodos que le permiten obtener lo que desean. Sus síntomas incluyen falta de conciencia, ausencia de culpa, falta de empatía, egocentrismo, mentiras patológicas, la completa falta de atención a las normas sociales, desprecio por la ley y la tendencia a disfrutar victimizando a otros.
Y cuando hablamos de psicópatas no nos referimos exclusivamente a los asesinos seriales como los que aparecen en las películas de terror. También existen personajes que sin empuñar cuchillos o motosierras provocan daño a su paso de manera sutil. Otros no lastiman al prójimo, pero son víctimas de sus propios tormentos, arrastrando consigo a los que lo rodean.
Por ello, en esta ocasión te invitamos a conocer a cuatro psicópatas de la historia del cine que un psicólogo debería tomar en cuenta.
Hans Beckert – M – Eine Stadt sucht einen Mörder (1931)
En la película alemana de 1931, “M, el vampiro de Düsseldorf”, dirigida por Fritz Lang; Peter Lorre interpreta a un asesino de niños que encarna muchos de los rasgos que ahora se identifican a un depredador de niños. Lo peligroso de este personaje es que se inspira en una historia real siendo Beckert el personaje interpretando a un enfermo mental, obseso sexual y asesino de infantes. En la película se puede ver cómo influye el entorno social en la sentencia de los crímenes.
Mark Lewis – Peeping Tom (1960)
Mark Lewis es un psicópata de la fotografía de la película británica, “El fotógrafo del pánico” (1960) de Michael Powell, con la particular obsesión de documentar el miedo del rostro ante la muerte. Lewis, voyerista y fetichista para él la cámara es un medio para saborear y concretar su objetivo criminal y perverso. Es despiadado, metódico y robótico como sus cámaras; de mirada fija y amenazante, de esos que no pestañean nunca. Sin embargo, todo ello no es gratuito pues Mark es el producto de una infancia atroz.
Henry – Henry: Portrait of a Serial Killer (1986)
Sin duda, una persona que asegura haber matado a más de 300 personas merece algo de atención En 1986, la película de John McNaughton “Henry, retrato de un asesino” presenta un personaje protagonista con una turbulenta vida personal y relaciones familiares fallidas. Michael Rooker interpreta a Henry en esta cinta de bajo presupuesto que está basada libremente en los crímenes de los asesinos en serie Henry Lee Lucas y Ottis Toole.
Anton Chigurh – No Country for old men (2007)
“No es país para viejos” de 2007, dirigida por los hermanos Coen, basaba en la novela homónima de Cormac McCarthy, muestra al actor español Javier Bardem interpretando a un tipo oscuro, fuerte y violento; a un asesino despiadado que no duda en matar a cualquiera que se ponga en su camino. El personaje de Bardem definido como un psicópata clásico que se relaciona con el asesinato con una extraña y sorprendente sensación de normalidad; pasó a la historia como el psicópata más realista de la historia del cine.
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